martes, 31 de marzo de 2009

Carta del Caballero Andante a Dulcinea

Mi dama,
las trompetas han sonado
y las puertas del castillo
se están abriendo.
Vamos monta tu caballo
que el horizonte nos llama
Aquel horizonte que nos
llama a seguirlo.
No importan los peligros
si tú estás conmigo
y yo contigo.
No hay gigante si
Dios es nuestro aliado,
"amor y verdadero" son nuestros
caballos.
Quizás en otras tierras
recordemos este nuevo
amanecer, que
fue un nuevo comienzo
a nuestro camino.
pasaremos orgullosos
por los pueblos
mostrando el más
poderoso ejército
de tres que se haya formado,
Dios, Tú y Yo luchando
por un ideal
por nuestro ideal.

Mi evidencia de razón de vida que he escogí...
Solo estas palabras cuando son bien entendidas, serán bien recibidas

1 comentario:

Unknown dijo...
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