Las trompetas han sonado,
y las puertas del castillo
se están abriendo.
Vamos monnta tu caballo
que el horizonte nos llama.
Aquel horizonte que nos
invita a seguirlo.
No importan lo speligros
si tu estás conmigo
y yo contigo
No hay gigante
si Dios es nuestro aliado,
no hay precipicio que
no sdetenga si
el amor verdadero son nuestros
caballos.
Quizas en otras tierras
recordarás este nuevo
amanecer, que
fue un nuevo o comienzo
a nuestro camino.
Pasaremos orgullosos
por los pueblos
mostrando el más
poderoso ejercito
de tres que se haya formado
Dios, tu y yo luchando
por un ideal,
por Nuestro ideal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario