A pasado un mes
desde la primera vez
que llovió en el desierto.
y como una fotografia,
las flores permanecen eternamente.
La nostagia repentina
me hace voltear mi rostro.
Te miro, y recuerdo la lluvia
la recuerdo, y mi cuerpo se estremece.
Me imagino recorriendo Nuevamente
aquellas prederas desnudas,
explorando sus montes y sus quebradas,
y añoro la lluvia caer en mi cuerpo.
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