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Te conocí en el tercer mes,
del inicio de una nueva Era
Tu eras el Comandante
de una nave en naufragio.
Yo una Princesa sin castillo
con el alma en duelo.

El sol brillaba en mi nariz,
cuando conocí tu mirada
y en tus ojos me perdí.
Olvide por un segundo
quien era yo...
Olvidé que nací Princesa
de cantares abandonados
a la deriva,
y pude comenzar a sanar los rasguños
que me hicieron por ahí..
Tu loco Amor, fue mi mejor
medicina,
pues me convenciste
que los versos, el vuelo,
los sueños y mi risa
es mi mejor tesoro escondido.

Aún cuando tu naufragio me ha
vuelto a llevar el alma en duelo
desearía ser yo quien esta vez
cure tus heridas
y así  poder alzar el vuelo
aun pausado de haber recorrido
caminos cansados,

Juntos podremos ver el mar y
tal vez veremos decantar la sal que sobra
de nuestras propias heridas.

Serás el comandante
del viaje aventurero
de mar , de tierra y del vuelo,
yo seré la princesa que con
unos pocos versos aventureros
acompañe el naufragio
que nos depare la vida...
y ya verás que si me permites
podré yo también sanar las heridas tuyas,
 las mias y las nuestras.











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